Cuando Dios creó a los animales y las plantas les dio la habilidad de reproducirse. Lo mismo hizo con Adán y Eva: los creó con la habilidad de tener bebés. Adán y Eva tuvieron hijos; entonces, cuando esos hijos crecieron, se casaron y tuvieron hijos. Estos hijos también crecieron y tuvieron hijos. Con el pasar del tiempo, había más y más gente en la tierra. Y aunque Dios no hizo cada persona de la misma manera como creó a Adán y Eva, sí estaba involucrado en la creación de cada una: cuidándolas y formándolas (como lo hizo contigo) para que fueran a su imagen.
"El hombre se unió a su mujer Eva, y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!» Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra." Génesis 4:1-2
martes, 17 de junio de 2008
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